Un desgraciado

 No quiero escribir nada, muchas veces la creatividad no existe. Deseo descansar, mis seres queridos lo entenderían, mis amigos también y el mundo quizás.
No soy auténtico, no tengo lo que un día pensé que tenía, cada vez me quedo más solo y triste, por momentos tengo resoluciones de que algo pueda mejorar, pero mejoré en ser más pesimista.
En la universidad me va mal, no tengo casi nada de dinero, mi físico es lamentable, solo veo a mis amigos por las fiestas, pero es mejor que no poder ver a papá ni mamá.
Tal vez, todo esto se deba a que nunca tuve un papá de verdad, o a lo mejor me cuesta más aceptar mi culpa y por eso culpo a otros por mi desgracia.
Soy un desgraciado, desafortunado, que no sabe escribir con destreza como los grandes escritores. Una persona de infortunio que no quiere sobrepensar más.